miércoles, 22 de junio de 2011

AETER
Nuevos términos para nuevos conceptos. Los discursos de la divulgación
Josefa Gómez de Enterría. Universidad de Alcalá

Las reflexiones neológicas que van a continuación se sitúan en el marco del proyecto ESLEE (Estudio de los lenguajes especializados en español (I). Elaboración y desarrollo de vocabularios científicos y técnicos)1, en el que a lo largo de los últimos tres años hemos realizado un trabajo de carácter terminológico encaminado a la elaboración de glosarios de términos —en su mayoría neologismos— que hoy resultan imprescindibles para la comunicación tecnológica y profesional. Los destinatarios de estos glosarios terminológicos serán pues los especialistas de cada área de especialidad, también los periodistas especializados y comunicadores en general, además de los traductores e intérpretes de textos especializados.
Uno de los objetivos prioritarios del proyecto ESLEE ha sido contribuir a mejorar la transferencia de la comunicación especializada, aportando nuevos vocabularios y describiendo algunos de los problemas de creación neológica que hemos detectado en el transcurso de su realización. Aquí expondremos algunos de los problemas que han surgido en el desarrollo del vocabulario de «Nueva Economía», para cuya elaboración hemos compilado un corpus textual en soporte electrónico que se caracteriza, a grandes rasgos, porque ofrece una mayor proporción de textos procedentes de la red que de textos impresos. Asimismo este corpus registra una presencia mucho más representativa de textos procedentes de la divulgación que de los ámbitos estrictamente científicos, especialmente en el área de la información de los medios de comunicación y de las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación).
Es evidente que cada uno de los ámbitos de especialidad representados en el proyecto ESLEE («Migraciones», «Nueva Economía», «Gestión del Turismo y del Patrimonio cultural», «Prospectiva tecnológica» y «Túnidos y especies afines del Atlántico») posee características y peculiaridades propias; incluso en todo en lo que concierne a los aspectos relacionados con los cauces a través de los cuales se realiza la transmisión científica en cada área o sector; ya sea por la presencia/ausencia de cauces para la divulgación, así como por la presencia/ausencia de documentos informatizados o en la Red. Son estas características las que han favorecido el desarrollo y la formación de los córpora correspondientes a cada glosario, con un volumen mayor o menor de textos procedentes de diversos niveles científicos, así como también en cuanto a la presencia de una mayor o menor proporción de textos impresos o electrónicos.
Los criterios de representatividad, actualidad pertinencia y homogeneidad, que debe cumplir todo corpus textual, se ponen aquí de manifiesto gracias a la novedad de las fuentes de información compiladas de reciente publicación, y al carácter variado que poseen estas, de tal manera que están representados los contextos discursivos más significativos del ámbito. Es evidente que entre las causas fundamentales que definen la naturaleza del corpus de «Nueva Economía» (NE) es preciso considerar el carácter de disciplina joven y apenas sin estructurar que posee esta área reciente de una ciencia ya tradicional como la Economía. Así lo pone de manifiesto el sistema de conceptos que hemos elaborado para la extracción de los términos, porque frente a otras materias que tienen su estructura más consolidada, con contenidos mejor delimitados y estructurados, aquí aparece como resultado un árbol conceptual con numerosas ramificaciones que convergen en tantas otras ramas de los desarrollos tecnológicos más recientes, que condiciona la acusada presencia de las fuentes digitales.
El corpus textual que hemos compilado para proceder a la extracción de términos que componen el glosario de «Nueva Economía» (NE), se ha constituido pues sobre la base mayoritaria de fuentes digitales, además de fuentes bibliográficas impresas, tanto en lengua española como en lengua inglesa. Dichas fuentes las podemos clasificar en primarias (textos legislativos, monografías, artículos e informes) y secundarias (diccionarios especializados, bases de datos terminológicas, etc.), las primeras están representadas fundamentalmente por documentos y textos, ya sean impresos o en soporte electrónico, mientras que las secundarias están constituidas a partir de fuentes digitales fundamentalmente.
Mención aparte merece el mayor volumen de este corpus constituido por textos de divulgación del ámbito informativo que proceden en gran parte de la prensa diaria de gran divulgación, fundamentalmente los diarios El País y ABC, así como de prensa diaria o de frecuencia semanal, pero que tiene carácter especializado como: Expansión; Cinco Días; Gaceta de los Negocios, NT Abc, etc.2 Se trata de discursos segundos que tienen su origen en los discursos fuente producidos por los especialistas y han sido redactados por intermediarios mediáticos, generalmente periodistas especializados, que recurren al empleo de diversos procedimientos lingüísticos para asegurar la comprensión precisa y sin ambigüedades de los nuevos conceptos por parte de los lectores, ya que estos últimos están muy interesados en el conocimiento de la reciente evolución de los mercados financieros. Los destinatarios de estos discursos son en gran parte los especialistas que trabajan en la NE, pero también un amplio sector de profesionales no especialistas comprometidos de alguna manera en las transacciones que diariamente se llevan a cabo en esta nueva área de la Economía (pequeños inversores, pequeños empresarios, emprendedores, etc.), e incluso posibles usuarios que, sin ninguna vinculación profesional, están interesados y siguen regularmente la evolución de los fenómenos económicos estrechamente relacionados con los últimos avances tecnológicos.
El dinámico proceso de divulgación en que se acuña este nuevo vocabulario y, posteriormente, los cauces que facilitan su transmisión van a condicionar la naturaleza y características del mismo. Es en el corpus acotado donde podemos observar las condiciones de producción, fluctuaciones y en ocasiones la fijación de algunas de las nuevas voces, con las que se ponen en circulación las noticias de la NE. Así términos totalmente ajenos al sistema de la lengua española como por ejemplo algunos extranjerismos de acuñación muy reciente —que denominan conceptos muy nuevos en este ámbito— llegan hasta los discursos informativos de la divulgación donde los recogemos unas veces reformulados:
Los Programas de Fidelización exitosos han llegado a tener hoy día un gran alcance ya que los responsables de los mismos fortalecen el branding o la gestión de marcas del Programa, y mejoran considerablemente el valor de hacer llegar los beneficios al consumidor y sumar oportunidades, vía nuevos mercados y socios estratégicos. http://www.mercadeo.com/14-ceos.htm [2003-12-18].
Aunque también pueden aparecer otras veces incluso sin ningún tipo de información adicional que lo reformule:
Nokia se preocupa más en el branding que en la ingeniería de sus celulares. http://www.onlynux. com/articulos/e_articulos.shtml [2003-12-18].
Branding, que definimos en el glosario como: «Potenciación de la imagen de marca de una empresa a fin de que el público la asocie con unos determinados contenidos distintivos», es un extranjerismo de difícil traducción, que se emplea en el corpus siempre con la forma inglesa, sin que hayamos podido recoger ningún testimonio en el que haya siquiera alguna tentativa de traducción. Al mismo tiempo que hemos comprobado la presencia de marcas lingüísticas mediante las que los nuevos conceptos se introducen en los discursos de la divulgación, para insertar los neologismos en el nuevo vocabulario.
Otro de los extranjerismos recientes es el anglicismo blended learning que llega hasta la comunicación de los expertos con gran ímpetu, ya que parece que se apuntala en la lengua gracias a la presencia anterior de otro extranjerismo previo, e-learning al que, según apunta la evolución del concepto, podría incluso llegar a sustituirlo en un plazo no muy lejano.
El tan prometedor e-learning parece estar pasando de moda; en su lugar, oímos a los expertos en el tema hablar de un nuevo enfoque, el blended learning. ¿Evolución del concepto hacia una propuesta de más valor o maquillaje para paliar la explosión de la penúltima burbuja? http://www.ie.edu/manuel_alonso/ [2003-03-21].
Se trata de un neologismo de connotaciones metafóricas empleado para denominar una nueva técnica de formación que combina las habituales y más tradicionales técnicas de la formación en uso, «mezclándolas» con un proceso de aprendizaje más renovador, es decir, el que se pone en práctica mediante la ayuda de las nuevas tecnologías y la red, denominadas ya e-learning. Estamos pues ante la llegada hasta la lengua española de este ámbito de especialidad de un extranjerismo de difícil traducción, aunque en este caso sí recogemos algún intento de acuñación de un posible calco en español con la forma aprendizaje mezclado. Sin embargo dada la poca productividad del calco en los textos revisados, es aún demasiado pronto para observar su posible adaptación en español, será pues necesario esperar un cierto tiempo para comprobar las fluctuaciones y posterior decantación de la forma más empleada.
Por otra parte, no podemos dejar de considerar aquí que estos extranjerismos procedentes de formas verbales en –ing, que tienen su origen en la lengua inglesa, como: confirming, coaching, pharming, phishing, spamming3, encuentran terreno abonado para instalarse en los vocabularios de especialidad, sobre todo en los relacionados con el ámbito económico y comercial donde ya eran tradicionales palabras como renting, leasing, advertising, etc., sin olvidar al mismo tiempo la facilidad que ofrece el español de la segunda mitad del siglo xx para la adaptación incluso de anglicismos dudosos como smoking, footing o pressing (Lorenzo, 1996: 46).
Algunos de los extranjerismos citados sobrepasan en ocasiones los sectores profesionales y llegan hasta el gran público, esto sucede cuando se produce su difusión en los medios de comunicación, ya sea por causas positivas o negativas. Es el caso de phishing y el de spamming en el momento actual, cuando el empleo recurrente de prácticas fraudulentas en Internet, ha favorecido la difusión de estas voces más allá del propio ámbito de los usuarios, ya que los medios de comunicación tratan de alertar a todos los ciudadanos, posibles víctimas del fraude. Lo que nos permite observar y analizar las formas lingüísticas empleadas en los discursos de divulgación, teniendo en cuenta cuáles son las condiciones de producción, circulación y recepción de dichas voces (Beacco, 2000:16).
Este es uno de los aspectos más interesantes ya que nos permite observar las condiciones que se producen en torno al nacimiento y posterior difusión de los neologismos, máxime cuando presentan una acusada recurrencia en momentos puntuales. Es interesante entonces reflexionar acerca de las condiciones de producción y circulación de los nuevos términos, sobre todo cuando se trata de neologismos que han sido detectados en el corpus en fecha temprana. Como ejemplo podemos considerar el extranjerismo stock-option4 de empleo masivo en la prensa de divulgación nacional a comienzos del año 2000. Es interesante observar este término que llega hasta los titulares de prensa de máxima divulgación con la forma inglesa y la traducción en español opciones sobre acciones, entre paréntesis. Sin embargo, los diccionarios especializados recogen como entrada únicamente la versión española. Esto pone de manifiesto, de una parte el valor prestigioso que tiene el inglés en el ámbito económico, sobre todo cuando el cauce de entrada del neologismo es la lengua de los medios de comunicación, mientras que de otra observamos la mayor sensibilidad ante la adaptación de una voz ajena al sistema del español que hacen los especialistas y terminólogos cuando naturalizan el extranjerismo mediante la traducción.
Este proceso repentino de acusada divulgación de un neologismo que antes no había salido del círculo cerrado de los especialistas, responde como suele ser habitual a una noticia de impacto nacional que se mantiene a lo largo de varios días en los medios como titular de primera plana, tanto en la prensa escrita como en los informativos de radio y televisión. Sin embargo, cuando la noticia mantiene su actualidad durante períodos de tiempo más largos, o con una cierta recurrencia durante meses o años, puede ocurrir que los términos especializados lleguen a salir de su contexto e incluso puedan llegar a instalarse en la lengua común (Badia i Margarit, 2000: 22). Piénsese en los deslizamientos semánticos que sufren algunas voces desde su acuñación en un momento determinado para denominar un concepto concreto y su posterior trasvase a otros ámbitos o incluso su instalación en la lengua común, como está sucediendo en el momento actual con neologismos como phishing o spamming, antes citados que en su devenir se desplazan cada día desde el ámbito de los especialistas hasta la plena divulgación.
Los calcos plurimembres también destacan por su numerosa presencia en el corpus, etcétera. Unos traducidos literalmente desde la expresión extranjera como por ejemplo: marketing en buscadores o economía del conocimiento. Mientras que otros crean una nueva forma, más cerca del sistema del español, motivada por el modelo como: escaparate de marketing o sistemas inteligentes. Pero junto a estos también observamos la presencia mucho más numerosa de los que combinan la traducción de una parte del sintagma, generalmente el núcleo con la presencia del extranjerismo: efectos spillover, sistemas inteligentes de trading, servicios triple play. Este procedimiento llega a hacerse muy recurrente en el corpus acotado, quizá debido a la presencia de formantes como on line o web que favorecen numerosas formaciones de este tipo como: precios on line, venta on line, subasta on line, publicidad on line, etc., o sitio web, página web, mapa web, etc. Es evidente que todas estas voces han acusado los procesos de divulgación debido a su empleo masivo que de estas voces han hecho los consumidores.
También en este vocabulario están presentes los procedimientos tradicionales de creación neológica que son propios de las lenguas de especialidad a lo largo del siglo xx y, de una manera especial, los procesos neológicos que han sido más productivos para la formación de los lenguajes de las ciencias sociales. Son frecuentes los neologismos que se han acuñado de acuerdo con los principios de la morfología léxica, es decir, atendiendo a la formación de nuevas palabras «a partir de los temas complejos de las palabras ya existentes y la formación de temas de nuevas palabras» (Pena, 2000: 4308)5. A manera de ejemplo citaremos únicamente las alternancias sufijales más recurrentes que hemos encontrado en voces muy recientes para cuya formación ha intervenido, por ejemplo, el sufijo –idad, como en: portabilidad, prociclicidad, comparabilidad, conectividad, etc. De la misma manera también podemos señalar la presencia de algunos prefijos recurrentes como:
Tele-: teletrabajo, teletrabajador, teleformación, telemático/a, teleformación, teleservicio; que algunas veces da lugar a procesos de derivación sucesiva como el que se produce para la formación del acortamiento: telecos (para referirse a unos valores que cotizan en el mercado electrónico).
Des-: desaceleración, desaprendizaje, desintermediación, desabastecimiento, desregulación, descentralización, desempleo, etc., teniendo en cuenta que la mayoría de esto términos proceden del vocabulario de la Economía tradicional, en donde este prefijo ya había demostrado gran productividad.
Inter-: interconectividad, interoperabilidad, internauta, interfaz, interactivo, interacción, interoperabilidad, interconexión, interorganización, etc., sin olvidar aquí Internet, una de las palabras-clave de este vocabulario.
También ocupan un lugar destacado los términos formados por procedimientos de neología semántica, es decir, cuando se crea una palabra nueva a partir de otra ya existente en la lengua (Mortureux, 1997: 117), que se hace patente en el vocabulario de la «Nueva Economía» a partir del lenguaje figurado y muy especialmente con las acuñaciones de carácter metafórico. Estamos ante otro de los rasgos peculiares del nuevo vocabulario en los que se muestra la continuidad del vocabulario de la Economía tradicional (Gómez de Enterría, 2000: 392). Con la producción de acuñaciones metafóricas muy semejantes a las que, a lo largo de dos largos siglos que ya cuenta la historia de esta ciencia (Gómez de Enterría, 1996), ya se hacían patentes en la terminología económica.
Comprobamos que hoy los procesos de acuñación metafórica para designar los conceptos de la NE son muy semejantes a los de etapas anteriores, con la diferencia del marco de referencia en el que han sido creadas. Es evidente que estas nuevas voces son el resultado de una serie de factores que confluyen en su proceso de formación, entre los que conviene señalar: la necesidad de designar los conceptos con claridad y precisión; la valoración del medio informativo a través del cual a ser difundidos los conceptos Así como también el carácter de los usuarios (especialistas y no especialistas) a los que van dirigidos los nuevos conceptos.
La finalidad de estas metáforas léxicas es acentuar, en el vocabulario económico, las características de precisión, claridad y concisión que son propias de las terminologías especializadas. Un ejemplo ya tradicional en el vocabulario de la «Nueva Economía» es la metáfora de la burbuja para referirse a «la desviación del precio de un activo financiero respecto del valor fundamental estimado según las espectativas más racionales» (Tamames, 2001). Esta, que puede considerarse hoy como una metáfora tradicional, ha sido acuñada en el campo conceptual de la Física, que tantas y tan acertadas metáforas léxicas ha proporcionado al vocabulario del ámbito de especialidad que nos ocupa durante todo el siglo xx La burbuja financiera está en el vocabulario de la Economía desde la década de los años ochenta en donde adopta las variantes siguientes, además de la ya indicada burbuja financiera, burbuja económica de los 80 (y de los 90), burbuja de especulación económica y financiera, burbuja especulativa mundial (desde 1996), burbuja inmobiliaria, sin olvidar el tan temido desinfle de la burbuja. Se trata de diversas precisiones semánticas que se le añaden a un mismo concepto, ya sean positivas o negativas como la última citada, sin que por ello llegue a perder la gran fuerza expresiva que posee esta metáfora de la burbuja.
En el vocabulario de la NE sigue siendo muy productiva: burbuja tecnológica, burbuja de los activos tecnológicos, burbuja de las telecomunicaciones, burbuja de Internet, burbuja puntocom, etc. Además de creación de burbujas, burbuja emergente, explosión de la burbuja y corrección de la burbuja, esta última con la presencia del eufemismo «corrección» que viene a sustituir al término «crisis» que ya había adquirido connotaciones peyorativas en el vocabulario de la Economía tradicional.
En los vocabularios recientes, además de mantenerse los campos conceptuales de carácter tradicional, observamos la presencia de otros nuevos, más acordes con el carácter, la actividad o las costumbres de los nuevos usuarios, que favorecen la formación de metáforas como: maquillaje (contable, financiero), nicho de mercado, tarjeta inteligente, alojamiento de datos, capital intelectual, créditos blandos, cuello de botella en la cadena de suministro, etc.
Son neologismos que proporcionan al nuevo vocabulario la precisión y concisión requeridas para poder realizar la transferencia del conocimiento especializado con agilidad y rapidez, tal como exige el contexto. Pero que al mismo tiempo estos nuevos términos también responden a los intereses y al estilo personal que es propio de sus jóvenes usuarios.
Bibliografía
Badia i Margarit, A. M. (2000). «Risc i certesa de la neologia» en Cabré, M. T., Freixa, J. I. Solé, E. (eds.), La neologia en el tombant de segle, Barcelona: Observatori de Neologia, IULA, Universitat Pompeu Fabra, pp. 17-27.
Beacco, J-C. (2000). «Écritures de la science dans les médias». En Cusin-Berche, F. (coord.) Rencontres discursives entre sciences et politique dans les médias, Les Carnets du CEDISCOR, n.° 6, pp. 15-24.
Gómez de Enterría, J. (1996). Voces de la economía y el comercio en el español del siglo xviii, Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá, Servicio de Publicaciones.
Gómez de Enterría, J. (2000). «La función metafórica en el léxico económico». En Melloni, A, Lozano, R., Capanaga, P. Interpretar traducir textos de la(s) cultura(s) hispánica(s), Bologna: CLUEB, pp. 389-399.
Gómez de Enterría, J. (2003). «Creación léxica en torno a la Nueva Economía». En Actas del XXIII Congreso internacional de Lingüística y Filología Románica, Tübingen: Max Niemeyer, vol. III, sec. 4, pp. 203-215.
Lorenzo, E. (1996). Anglicismos hispánicos, Madrid: Gredos.
Mortureux, M. F. (1997). La lexicologie entre langue et discours, Paris: SEDES.
Tamames, R., Gallego, S. (2001). Diccionario de Economía, Madrid: Alianza Editorial.

Notas
(1) Este proyecto ha sido realizado con la financiación concedida por el Ministerio de Ciencia y Tecnología: ref. BFF2001-1506. volver
(2) El período de tiempo comprendido en el corpus va desde el año 2000 hasta el 2004 para los textos informativos; las obras monográficas y las legislativas tienen como fecha de inicio el año 1995 y abarcan hasta el 2003. volver
(3) Todos estos términos son neologismos que están en el glosario de NE del proyecto ESLEE. volver
(4) La descripción de algunos de los neologismos de la Nueva Economía que proceden de las fechas más tempranas en el corpus, fue expuesta con el título:«Novedad y neologismos en el discurso mediático de la Nueva Economía» en el Congreso que sobre «Neología» se celebró en mayo de 2002 en la Università degli studi di Bologna, Forlì (Italia). volver
(5) Para una descripción más detallada de los procesos de creación neológica más productivos en el vocabulario de la Nueva Economía, véase (Gómez de Enterría, 2003). volver
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