jueves, 26 de enero de 2012

Nueva terminología traída por las redes sociales
Con cada nueva creación, pertenezca al ámbito al que pertenezca, suele surgir toda una terminología propia que deben asumir aquellos a quienes concierne. En el caso de las nuevas tecnologías, proliferan los campos semánticos plagados de anglicismos técnicos y complejas contracciones de palabras que muchos tratan de evitar, aunque en lo relativo a las redes sociales, dada su explosiva expansión y rápido calado, estos neologismos acaban asumiéndose con naturalidad por parte de los usuarios.

Así, a día de hoy cualquier usuario medianamente asiduo a la Web 2.0 ha oído hablar de los tweets y los retweets (mensajes publicados en Twitter y reenvío de los mismos por parte de terceros, respectivamente), así como de otros términos asociados a dicha red o microblog (como su nombre indica, una bitácora constituida a partir de mensajes cortos y sintéticos). Obviaremos definir lo que es un blog, pues ya formaban parte de nuestra existencia online desde hace un tiempo considerable, al igual que los chats, cuyas prestaciones se han recuperado bajo la apariencia de un pop-up (ventana emergente) en redes como Facebook. Ésta última ha sacado a la palestra otra serie de expresiones que nadaban en la obsolescencia, como hacerse fan -gracias a la proliferación de páginas-, la cual ya ha pasado a mejor vida por un cambio de nomenclatura, o etiquetar fotos, aunque con un significado más virtual que el que podía tener antaño.

No quisiéramos entrar en el caótico mundo de las siglas, de las que han aparecido un buen número, sobre todo en el ámbito profesional y laboral (SMO, SMM, SME, RSS, SEM, CEO, API…), pero sí nos detendremos someramente en el de los tipos de redes o sus rudimentos: ahora se habla mucho de bookmarks (marcadores de noticias), de tags (palabras clave que deben usarse para encontrar un contenido), de feedback (actividades de respuesta de otros usuarios), de wikis (páginas que se completan y actualizan entre varios usuarios), de status managers (herramientas capaces de sincronizarse con varias redes y actualizar su mensaje de perfil con una sola acción) y de mashups (webs híbridas que se componen de aplicaciones de otras). Como podéis observar, el inglés ha encontrado una nueva forma de extenderse y perpetuarse a través de las redes sociales, a pesar de que muchos de los términos creados pueden traducirse perfectamente a casi cualquier idioma.

En lo que respecta al español, ha logrado imponerse en algunos aspectos, y así podemos encontrar unas cuantas palabras cuya fonética es plenamente hispana, como geolocalizar (situar algo o alguien en un mapa mediante una aplicación virtual de posicionamiento), acortador de enlaces (aplicaciones que permiten reducir la extensión de una dirección de Internet) o listas de reproducción (recopilaciones dinámicas de archivos de vídeo o audio).